Me llamo Donna Apellaniz Nieto
Trabajo como Terapeuta Emocional Sistémica y
Formadora en Inteligencia y Educación Emocional.
Mis vivencias y experiencias son las que me han traido hasta aquí.
Desde pequeña, he experimentado un torbellino de emociones que parecían fluir sin control dentro de mí. Mis reacciones ante este mundo emocional eran bastante extremas: excitación abrumadora, llanto inconsolable o rabia en su máximo esplendor. El acompañamiento recibido durante esos años marcó en mi la relción con mi mundo interior.
Después de una infancia alborotada y marcada por altibajos emocionales, llegó una etapa más tranquila y serena, la cual valoré enormemente: la adolescencia. Aunque pueda parecer paradójico, la adolescencia fue un momento de serenidad a nivel emocional.
A los 18 años decidí cursar Magisterio, con la ilusión de ser parte del cambio social a través de la educación, pero me llevé una gran decepción al descubrir que el sistema educativo no estaba tan comprometido como yo esperaba. Por lo que, después de terminar la carrera, decidí explorar otros caminos mientras me sumergía en mi propio proceso de autoexploración.
Los cambios, las crisis, las decepciones y mi inconformismo han sido unos de mis grandes maestros.
Con una mochila y una guitarra, decidí aventurarme más allá de las fronteras de mi zona de confort. Los viajes por Europa y un poco mas allá, me expusieron a nuevas formas de vida y perspectivas educativas alternativas. Estas experiencias desatarón una nueva ola de inestabilidad en mi vida.
Conecté la necesidad de profundizar en mi propio mundo emocional, así que devoré libros sobre emociones, inteligencia emocional, autoconocimiento y pedagogías y manera de vivir alternativas. Me sumergí en diversas formaciones y vivencié todo lo que aprendía para corroborar su veracidad. Aunque cada experiencia tenía su propia verdad, todas contribuyeron a mi crecimiento personal.
Con el tiempo, sentí la responsabilidad de compartir todo lo que había aprendido y experimentado, convencida de que si yo podía desarrollar autoconciencia y autocuidado emocional, todas las personas también podían hacerlo. Así que comencé a formar a padres, madres, educadorxs y profesionales en el acompañamiento emocional de niñxs y adolescentes, lo que me llevó a descubrir el fascinante mundo del acompañamiento terapéutico.
Con todo lo vivido, experimentado y aprendido, he llegado al punto en el que me encuentro actualmente y me siento profundamente agradecida y comprometida con mi trabajo.
Hoy en día, me dedico al acompañamiento terapéutico de niñxs, adolescentes y adultxs, aplicando el enfoque de la Terapia Emocional Sistémica, así como a la formación en Inteligencia y Educación Emocional.
Continúo, cada día, dedicando tiempo y esfuerzo a mi propio crecimiento personal, manteniéndome en constante proceso de autoexploración y formación. Me apasiona tanto aprender cosas nuevas como desaprender patrones que ya no me sirven y que no necesito. Así me mantengo abierta a descubrir nuevas perspectivas, tanto del mundo exterior como de mi propio ser.
Experimentar cómo las enseñanzas que he adquirido se manifiestan en la realidad, especialmente en relación con el papel crucial de las emociones en nuestras vidas, es una experiencia gratificante. Reconozco la importancia de conocer y cuidar nuestras emociones, lo cual nos permite saber quienes somos a cada momento y mejorar nuestras relaciones interpersonales, facilitando la sanación de experiencias pasadas.
Cada nueva experiencia me aporta un crecimiento adicional, y encuentro inspiración en el ejemplo de aquellas personas con quienes trabajo. Aunque mi deseo de contribuir al cambio global sigue presente, ahora comprendo que los cambios verdaderos se gestan a través de pequeñas (aunque significativas) acciones.
¡Gracias a la vida que me ha dado (y me da) tanto!